La pequeña guerra de Margot Capítulo 1
La pequeña guerra de Margot
Sinopsis:
Margot es una guerrera es un reino pácifico. Ella extraña la batalla. Un hombre llamado Zazz le ofrece una forma de regresar a esos maravillosos tiempos. Con un precio.
La pequeña guerra de Margot
Capítulo 1
Margot estaba rodeada de cadáveres. Armaduras negras adornaban el fino pasto del bosque, y la sangre le servía de abono. Van a necesitar muchísima más sangre para revivir al bosque. La mayoría de los árboles estaban tan débiles que uno podría tumbarlos con solo apoyarse en ellos.
El suelo de pasto marrón estaba cubierto de miembros humanos. Algunos cuerpos tenían los miembros alejados a varios metros de sus dueños originales.
Margot le dio una patada a una cabeza que estaba cerca de sus pies. Esta se estrelló contra un árbol y se partió en dos como un coco. Un par de pájaros descendieron de la copa para darse un festín.
Margot sudaba dentro del casco y su corazón latía sin parar. Uno podría escuchar sus latidos si ponía la oreja en la armadura. Se arriesgaría a ser decapitado, pero habría escuchado los latidos de una guerrera.
Una potente sonrisa apareció en sus labios. Saltó emocionada e hizo una voltereta. Tenía varias flechas en la espalda y los hombros; y un corte profundo en el brazo. Nada de eso le importaba.
Margot había matado a veinte soldados del enemigo. Una razón digna para celebrar.
—¡Si! ¡Si! ¡Si! — gritó al aire gris.
La euforia dominaba su cuerpo. Margot no recordaba cuando fue la última vez que se sintió tan emocionada.
Si lo recordaba. Fue ayer.
La guerrera estaba emocionada, pero no estaba satisfecha. Quería más enemigos; más sangre; su espada todavía tenía hambre.
Clavó su espada en una espalda sin miembros y miró al cielo. Estaba nevando. La “nieve” eran las cenizas de un bosque recién quemado en honor de la guerra.
Margot estaba acostumbrada al olor del fuego, la sangre y la carne chamuscada. Todavía no se acostumbraba a las moscas de la muerte. Maldita plaga. Varias de ellas tocaron sus ojos.
Las nubes grises se abrieron. Margot se frotó los ojos, un par de moscas cayeron. No podía creer lo que estaba viendo. Un enorme dedo, del tamaño del bosque, se acercó a ella a toda velocidad.
El cielo se había partido y Dios había descendido para decirle: «Bajale al volumen de tus gritos que estoy tratando de dormir».
Margot retiró la espada, junto con sangre y fluido espinal, y se puso en posición de ataque. No tenía pensado en morir sin luchar. No sirvió de nada. El dedo aplastó a Margot y todo se volvió negro.
GAME OVER
Margot se quitó el casco verde y miró su aburrido dormitorio. La guerrera estaba sentada en una silla con la armadura puesta. El escudo de su pecho (un león de tres cabezas) estaba manchado de vísceras y sangre. Lo limpió con un trapo.
Varias moscas la rodearon. Margot las alejó furiosa. Se podía decir que la muerte la seguía a todas partes. Ella había apagado tantas vidas que las moscas la confundían con la parca.
Margot se puso de pie. Odiaba los simbolismos y a las moscas. Se resbaló con un charco de sangre y cayó de espaldas.
—Malditas moscas — masculló.
Alguien se aclaró la garganta.
Margot se puso de pie y desenvainó su espada. Frente a ella un hombre rubio inspeccionaba una medalla. Era de estatura media, delgado y de abundante cabellera amarilla. Vestía un traje morado y andaba con un bastón que tenía un murciélago en la punta. El bastón era una formalidad porque el hombre rubio se paraba erguido y caminaba con gracia.
La medalla era de oro y tenía plasmado la imagen de un león de tres cabezas. En cada cabeza devoraba a un enemigo de una raza diferente.
El rey se lo entregó personalmente a Margot por ser la única sobreviviente de la operación “Noche sin estrellas”.
—¿Quién eres y como entraste a mi casa?
El hombre rubio la miró extrañado y ofendido.
—¿En serio no te acuerdas de mi? Fui yo el que te entregó ese casco — señaló el casco verde. Margot lo sostenía como si fuera su hijo recién nacido.
—Estoy bromeando — dijo Margot con una sonrisa juguetona.
La guerrera se volvió a sentar y borró la sonrisa con la misma rapidez con la que se limpiaba la cara después de recibir un beso de un hombre indeseable.
—¿Qué estás haciendo en mi casa, Zazz?
Zazz también se puso serio. Se acercó a Margot con un sigilo preocupante. Sus zapatos no hacían ningún ruido al tocar el suelo de madera. ¿De que material serán? Sea cuál sea no era piel. Margot temía que ese hombre pudiera atacarla en la noche y ella no pudiera defenderse.
«Desde ahora dormiré abrazando la espada», se dijo a si misma.
Arrojó la medalla hacia atrás sin mirar. Margot iba a levantar el trasero de la silla para darle una patada en la espinilla. Nadie trataba una conmemoración del rey de esa manera en su presencia y vivía para contarlo.
La medalla cayó dentro del cajón y este se cerró solo. Margot volvió a sentarse y miró a Zazz con suspicacia. Le daba mala espina cuando vino a visitarla hace dos semanas y la sigue causando ahora.
Zazz movió su cabello revelando los ojos más azules y más hermosos que Margot había visto en su vida. La obligó a mirarla a los ojos.
Ella le miró los ojos con mucha confianza. Quería decirle a Zazz que si se acercaba más le iba a arrancar el ojo derecho de un mordisco.
Ya lo había hecho antes.
Cinco veces.
Cinco idiotas.
Tres enemigos y dos hombres que quisieron besarla sin su consentimiento.
—He venido a asegurarme que cumplas con tu parte del trato y me pagues lo que me debes.
Margot lo miró confundida, como si le estuviera hablando en otro idioma.
—Yo cumplí con mi parte del trato — dijo con firmeza — y lo hice con intereses.
Zazz frunció el ceño, que afeó ligeramente su hermosa cara.
—En primera: Nosotros acordamos el cadáver de un bebé; y en segunda: un perro agusanado no cuenta como interés.
Hola! Buen comienzo, interesante personaje. Tiene buen ritmo, es fluido y genera intriga. Hay algunas imágenes muy bien logradas. Creo que hay algunos errores de redacción para corregir y que se mezclan un poco los tiempos verbales.
También escribo ficción, te dejo algo mío por si te interesa: https://mialeph.substack.com/p/nivadean
Saludos!